
Aileen Wuornos, la asesina femenina más sanguinaria de la historia
Aileen Wuornos es una de las asesinas en serie más prolíficas y conocidas de la historia de Estados Unidos. A principios de la década de 1990 aterrorizó a Florida, asesinando a siete hombres a sangre fría. Sus víctimas eran todos hombres blancos de mediana edad, y todos fueron asesinados mientras estaban solos e indefensos.
Wuornos nació en 1956 en Rochester, Michigan. Tuvo una infancia problemática; su padre abandonó a la familia cuando ella tenía cuatro años, y su madre era una alcohólica que a menudo abusaba físicamente de ella. Su abuelo abusó sexualmente de ella desde muy joven. Abandonó la escuela en el noveno grado y comenzó a trabajar como prostituta para mantenerse.
En 1981, Wuornos se trasladó a Florida, donde siguió ejerciendo el oficio de la prostitución. Allí conoció a su primera víctima, Richard Mallory. Mallory la recogió mientras hacía autostop, y Wuornos le disparó a sangre fría. A continuación, le robó el coche y se fue de juerga con sus tarjetas de crédito.
Las siguientes seis víctimas de Wuornos fueron asesinadas de forma similar. Todos eran hombres blancos de mediana edad que la recogieron mientras hacía autostop. Wuornos les disparaba, luego les asaltaba y les robaba el coche. En muchos casos, incluso agredía sexualmente a sus víctimas antes de matarlas.
Wuornos fue finalmente detenida en 1991, tras un control de tráfico rutinario. Cuando la policía registró su coche, encontró una pistola relacionada con uno de los asesinatos. Wuornos fue detenida y acusada de seis cargos de asesinato en primer grado.
En su juicio, Wuornos afirmó que había matado a sus víctimas en defensa propia. Dijo que todas ellas habían intentado violarla y que se había visto obligada a matarlas para protegerse. El jurado no se creyó su historia y fue declarada culpable de los seis cargos de asesinato. Fue condenada a muerte y ejecutada por inyección letal en 2002.
Wuornos era una persona perturbada con un historial de violencia y enfermedades mentales. Los abusos que sufrió de niña le impidieron llevar una vida normal. Los crímenes de Wuornos eran atroces y horrorizaron a todo el estado de Florida por su brutalidad. En 2003 se estrenó la película Monster, que relata la historia de esta asesina.